Alas, Leopoldo, «Clarín»,

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Descripción

El escritor y catedrático universitario Leopoldo Enrique García-Alas Ureña («Clarín»), autor de una novela magistral, «La Regenta» (*), su obra cumbre y una de las joyas de la literatura universal, nació el día 25 de abril de 1852 en Zamora, donde su padre estaba destinado como gobernador civil, y murió en Oviedo el 13 de junio de 1901.

En Oviedo, la patria chica de sus padres, realizó los estudios de bachillerato y los de la licenciatura en Derecho Civil y Canónico, finalizados en junio de 1871. Luego se marchó a Madrid para hacer el doctorado en Leyes y cursar Filosofía y Letras.

En la capital de España participa en debates del Ateneo, tertulias y redacciones como la de «El Solfeo», en cuyas páginas estrenó (11-4-1875) el seudónimo «Clarín». En la Universidad Central madrileña le influye especialmente la personalidad intelectual y moral de Francisco Giner de los Ríos, catedrático de Filosofía del Derecho, quien dirigió la tesis doctoral de Alas sobre «El Derecho y la moralidad», que éste leyó el 10 de julio de 1878 obteniendo la calificación de «Sobresaliente».

En 1882 se casa con Onofre García Argüelles, con la que tendría tres hijos (Leopoldo, Adolfo y Elisa), y toma posesión de la cátedra de Economía Política y Estadística de la Facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza, donde estuvo un solo curso, pues al año siguiente se incorpora al claustro de la de Oviedo (desde entonces su ciudad de residencia). El 20 de julio de 1883 toma posesión de la cátedra universitaria de Historia y Elementos de Derecho Romano, que explicó hasta 1888; a partir de entonces y hasta su muerte ocupó en la misma universidad la cátedra de Derecho Natural.

«La etapa ovetense de la vida de Alas —casi veinte años, los postreros de ella, los más intensos, los más dolorosos también— supone mucho en su personalidad y en su obra. Adolfo Posada, compañero de claustro, amigo entrañable y confidente, asegura que «entonces comienza en la más entusiástica disposición espiritual, el gran periodo de la reconstrucción interior y de la acción expansiva de producción máxima del literato-filósofo, y el sacerdocio de la cátedra»» (José M.ª Martínez Cachero, «Clarín», Gran Enciclopedia Asturiana, t. V, Gijón, 1982). Residió en la calle Uría, en la de Campomanes y en la Fuente del Prado.

Fue Leopoldo Alas un convencido republicano que militó en el partido de su amigo y admirado Castelar hasta su extinción. De su paso por el Ayuntamiento de Oviedo como concejal cabe destacar su contribución a la decisión de crear un teatro municipal en la ciudad, el actual Campoamor.

Cultivó Clarín todos los géneros literarios. Como crítico, gozó de gran fama. Era incisivo y combativo. «Sus juicios eran esperados con impaciencia y atendidos con interés; venía tras ellos la adhesión o la irritación, a veces incluso el improperio» (J. M. Martínez Cachero). Al respecto dejó dicho en 1893: «Yo, tengo contra mí la prensa «neocatólica», la prensa «académica», la prensa «librepensadora» de escalera abajo, parte de la prensa «ultrarreformista», la crítica teatral «gacetillera» [...]». Pero también logró la adhesión de personas de la talla de Juan Varela y Marcelino Menéndez Pelayo. Clarín es el creador de una modalidad dentro de la crítica inmediata, los «Paliques». Títulos significativos de su labor crítica son, entre otros: «Solos de «Clarín»» (1881), «Sermón perdido» (1885), «Ensayos y revistas» (1892), «Palique» (1894) y «Siglo pasado» (1901).

Su obra narrativa está constituida por cuentos («¡Adiós, Cordera!», «El gallo de Sócrates»...), novelas cortas («Doña Berta», «Cuervo», «Superchería») y novelas («La Regenta», publicada en dos tomos, en 1885; «Su único hijo», 1890).

Bibl.: Yvan Lissorgues, Leopoldo Alas, Clarín, en sus palabras (1852-1901). Ediciones Nobel, Oviedo, 2007.

NOTA:

(*) «La Regenta» es una «representación fiel y completa del ambiente social que se vive en una ciudad provinciana del siglo XIX («Vetusta», claramente inspirada en Oviedo), sus personajes, numerosos y bien definidos, son el coro que acompaña a Ana Ozores, la Regenta, en sus dudas y debates morales. En este abigarrado panorama humano destacan las figuras del Magistral Fermín de Pas, el conquistador Álvaro Mesía y el ingenuo esposo Víctor Quintanar. Todos ellos se integran en un relato complejo, sinuoso e impregnado de un gran atractivo y una altísima calidad narrativa» (J. M. Martínez Cachero).

Concejo de Oviedo

Naturaleza, Arte Prerrománico, fiesta, gastronomía, Premios Princesa… y muchas cosas más en el concejo de Oviedo, ubicado en el corazón de Asturias y su capital es también la del Principado, y fue en el pasado capital del primer reino cristiano de la Península Ibérica y origen del Camino de Santiago.

Los concejos (municipios) que limitan con el Concejo de Oviedo son: Grado, Langreo, Las Regueras, Llanera, Mieres, Ribera de Arriba, Santo Adriano y Siero. Cada uno de estos concejos (municipios) comparte fronteras geográficas con Oviedo, lo que implica que comparten límites territoriales y pueden tener interacciones políticas, sociales y económicas entre ellos.

Comarca de Oviedo

Está en el corazón de Asturias y su capital, Oviedo, es la del Principado y fue en el pasado capital del primer reino cristiano de la Península Ibérica y origen del Camino de Santiago.

La comarca está conformada por uno o varios concejos (municipios). En este caso: Oviedo. Los concejos representan las divisiones administrativas dentro de la comarca y son responsables de la gestión de los asuntos locales en cada municipio.

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«La riqueza natural de Asturias se ve complementada por su patrimonio cultural y su tradición gastronómica. La región cuenta con una gran cantidad de pueblos y aldeas con encanto, donde las casas de piedra y las calles empedradas evocan un ambiente tradicional. Oviedo, la capital de Asturias, es una ciudad con un casco antiguo bien conservado, donde se encuentran impresionantes monumentos históricos como la Catedral de San Salvador y el Monasterio de San Pelayo.»