Acceso directo
Palabras clave
Canga Argüelles y Cifuentes, José | Reseñas históricas | Política y empresa | Políticos | Oviedo | Comarca de Oviedo | Centro de Asturias | Montaña de Asturias | Asturias | Principado de Asturias | España | Europa.
Descripción
Hijo del abogado, catedrático y escritor Felipe Ignacio Canga Argüelles y hermano de Bernabé, el brillante político y hacendista José Canga Argüelles y Cifuentes nació en Oviedo (capital del Principado de Asturias) en 1770.
Estudió Leyes y Cánones en la Universidad de Oviedo y se doctoró en la de Zaragoza, donde vivió la familia mientras el padre perteneció a la Audiencia de esta provincia. Al trasladarse otra vez la familia a Oviedo, José continuó en Zaragoza hasta doctorarse y quizá más tiempo todavía, y más tarde pasó a Madrid.
Como la mayoría de los estudiantes de Humanidades, en su tiempo hizo varios intentos en el campo de la poesía, aunque no se conozcan sus producciones. Sí se conocen, sin embargo, las traducciones de clásicos griegos, en colaboración con su hermano Bernabé, que fueron el soporte y la base de muchas traducciones posteriores.
Amplió sus estudios económico-sociales, llegando a tener unos conocimientos poco frecuentes en la época, que le abrieron la puerta grande de la política. Se dio a conocer con sus notas y comentarios sobre Suplementos al Apéndice de Educación Popular, de Campomanes, que le facilitaron la entrada en la Real Sociedad Aragonesa, el 25 de octubre de 1794. Año y medio más tarde, el 5 de febrero de 1796, la Sociedad de Amigos del País premiaba su trabajo sobre la despoblación del reino de Aragón.
Su primer cargo político, del que fue nombrado el 3 de enero de 1798, fue el de procurador general síndico por el Estado Noble de Gijón, cargo que abandonó enseguida, volviendo a Madrid al ser nombrado, dos meses después, oficial en la Caja de Amortización de Vales Reales, cargo que desempeñó durante cinco años, a lo largo de los que publicó varios trabajos y memorias que acreditaban su laboriosidad y valía y que más tarde recogió en su Diccionario de Hacienda. De las Memorias, destacan las referentes al Congreso Económico Internacional y la añadida al Reglamento de la Secretaría de Hacienda, con las normas para la recaudación y administración de las rentas del Estado. El 8 de enero de 1800 fue nombrado secretario de Su Majestad con ejercicio de decretos compatible con el de caja, y en ese mismo año, miembro honorario de la Sociedad de Amigos del País de Madrid; al año siguiente, socio honorario de la de Oviedo, y en 1803, de la de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Dejó la Caja de Amortización de Vales Reales en agosto de 1803 para pasar con el mismo cargo a la Secretaría de Estado, y poco después recibió el nombramiento de criado de la Casa Real. En octubre de 1804 tomó posesión del cargo de contador en el ejército de Valencia, donde se casó con Eulalia Ventades Ventades, circunstancia que contribuyó a su arraigo en la ciudad levantina, en la que nace su hijo Felipe. Cuando llevaba poco más de un año de contador, el rey le concede el título de Caballero de la Orden de Carlos III, y la Academia de la Historia lo admite como socio correspondiente. En 1806 publicó en Valencia la Colección de reales cédulas..., y en 1807, la Recopilación de todas las leyes, ordenanzas y reglamentos del cuerpo político de los ejércitos de España en seis tomos. Al comenzar la guerra de la Independencia (1808), formó parte de la Junta Suprema de Valencia, de la que recibió un nuevo ascenso el 28 de abril de 1809, al ser nombrado intendente del ejército y reino de Valencia y Murcia. Durante su gestión como miembro de la Junta e intendente publicó varias obras que aumentaron su fama como político y economista (Memoria sobre la constitución de la Junta Central de Gobierno, Valencia, 1808; Memoria... en defensa del Consejo Real, Valencia, 1808; Manifiesto de la Junta Superior de Ordenación y Defensa del reino de Valencia sobre los servicios y heroicos esfuerzos prestados por ésta en favor de la libertad e independencia de la nación y de los derechos de su augusto y legítimo soberano el Sr. D. Fernando VII, Valencia, 1809; Observaciones sobre las Cortes de España y su organización, Valencia, 1809). En noviembre de 1810 es nombrado por la regencia ministro interino de Estado (Asuntos Exteriores) y ministro de Hacienda. Al hacer este nombramiento, los regentes pensaron en el hombre con conocimientos e iniciativas adecuadas para organizar y administrar el tesoro público, casi en bancarrota o la bancarrota misma a causa de los múltiples cargos que ocasionaba la guerra. Canga Argüelles llegó a la isla de León (Cádiz), residencia de las Cortes, a mediados de enero de 1811. Desempeñó el cargo nada más que hasta principios de agosto del mismo año, aunque durante ese tiempo desarrollase una actividad verdaderamente extraordinaria que enseñaba su laboriosidad y competencia: memorias sobre arbitrios extraordinarios para sostener la guerra, sobre el reparto y cobro, sobre el estado de las provincias, los gastos y las rentas, sobre la cesión de los presidios menores de África a Marruecos, y cambio de trigo y carnes sobre el medio de aprovechar, para el erario, las joyas de las iglesias sin que éstas se desprendiesen de ellas, sobre la venta del tabaco y rentas y gastos de la Corona. Hay que añadir a esto el proyecto de presupuesto nacional, que se hacía en España por vez primera y que mereció la alabanza de las Cortes. Después de cesar como ministro regentó varios puestos: encargado de Indias, superintendente general de Hacienda, intendente de los ejércitos segundo y tercero, e intendente del reino de Valencia. A finales de 1812 fue nombrado gobernador de Soria, cargo que abandonó en septiembre de 1813 al ser elegido diputado por Asturias para las Cortes ordinarias. Volvió a Cádiz a ocupar su escaño en el Parlamento, desde donde intervino en varios debates de carácter económico y se mostró liberal. Con la reacción absolutista, que comenzó con el famoso decreto firmado por Fernando VII en Valencia el 4 de mayo de 1814, Canga Argüelles, lo mismo que tantos otros diputados liberales que o bien no tuvieron tiempo o bien no quisieron marchar, fue encarcelado. Lo condenaron a ocho años de prisión en el castillo de Peñíscola (Alicante), donde permaneció hasta el triunfo del movimiento liberal (1820) comenzado por otro asturiano, el general Riego. Mientras estaba preso se dedicó a sus estudios favoritos y a la redacción de un manifiesto en el que exponía su conducta política. La fama del hacendista asturiano traspasó las fronteras, y mientras que el propio rey le agradecía los servicios con la prisión, otro rey, el de Francia y también Borbón le otorgaba la Flor de Lis por los servicios prestados a los Borbones, el 23 de abril de 1816 —de la misma manera iba a premiar también a algún otro liberal refugiado en Francia por entonces—. Con el triunfo del movimiento liberal y de la Constitución liberal de 1820, Canga Argüelles entra en el gobierno como ministro de Estado y del despacho de Hacienda, siendo nombrado al poco tiempo consejero de Estado; en noviembre de ese mismo año, la Sociedad de Amigos del País lo nombra miembro de la misma. Al hacerse cargo del departamento encontró el erario público en la misma o peor situación que la primera vez, en 1811. En uno de sus escritos (Memoria sobre el crédito público que presenta a las Cortes de 1820, Madrid, 1820), iba a poner de manifiesto el caos existente a causa de que los gastos doblaban a los ingresos. En el año que duró su mandato, salpicado de convulsiones políticas, no pudo realizar las reformas que ya tenía planeadas por falta de tiempo y de reposo. Comunicó a las Cortes, sin embargo, la lamentable situación de que los bienes del clero fuesen un tercio superior a los del Estado y propuso la venta de varias propiedades eclesiásticas. Cayó del poder con el Gobierno del que formaba parte, el 2 de marzo de 1821, por la famosa «coletilla» de Fernando VII al discurso de la Corona en la apertura de las Cortes. Elegido diputado a Cortes, se manifestó decidido liberal aunque moderado, interviniendo en los debates, sobre todo en las cuestiones hacendísticas, a la vez que publicaba varios trabajos sobre la materia. Fue uno de los diputados que suscribieron la protesta del Gobierno presidido por Evaristo San Miguel contra la intromisión de las potencias de la Santa Alianza en los asuntos internos de España. Al triunfar la reacción absolutista apoyada en los ejércitos extranjeros, Canga Argüelles marcha para el extranjero, refugiándose en Inglaterra. En aquella numerosa emigración salieron también de España otros conocidísimos asturianos: Argüelles, Toreno, Flórez Estrada, etc. En esa temporada se va a dedicar a ampliar conocimientos y a escribir, entre otros, en el periódico Ocios de Españoles Emigrados; fue inspirador y redactor de El Emigrado Observador, en el que se pueden encontrar muchas noticias sobre los ilustrados. Comienza el viraje de Canga Argüelles hacia la derecha con el propósito de que las autoridades españolas le permitieran la repatriación, asunto que será duramente criticado por los demás liberales. En el último número de ese periódico se anuncia que va a comenzar a publicarse otro periódico sin ningún cariz político: Seminario de Agricultura y Artes, que salió por vez primera a la calle el 2 de julio de 1829, continuando su edición una vez ya repatriado en Sevilla y después en Madrid. Su principal actividad durante el exilio consiste en la investigación histórico-economista, reflejada en las once obras que redactó entre 1825 y 1831, entre ellas: Elementos de la ciencia de Hacienda (Londres, 1825), pionera en idioma español; el muy consultado y varias veces reimpreso Diccionario de Hacienda para uso de los encargados de la suprema dirección de ella (Londres, 1826, 9 tomos) y el Índice de las materias contenidas en el Diccionario de Hacienda (Londres, 1827). Después de la repatriación y de la muerte de Fernando VII, sus cargos y destinos fueron muchos y variados, aunque no intervino directamente en las luchas políticas. En enero de 1834 le encargaron recopilar las leyes de Propios y escribir los elementos de la Ciencia de la Administración. En marzo del mismo año fue nombrado visitador del Instituto Jovellanos de Gijón, cargo que desarrolló hasta 1839, lo que le permitió vivir los últimos años en la villa, para la que gestionó la instalación de la fábrica de tabacos. En 1835, además de los cargos anteriores y de ser restituido como consejero de Estado, fue comisario regio en las juntas generales de los gremios, miembro de la Junta Superior de Sanidad, miembro de la comisión consultiva para el reconocimiento de la independencia americana e instructor de los comisionados sobre navegación del Duero. En 1836 se le nombra miembro de la Comisión para el arreglo del Consejo Real, informador sobre la pertenencia de los bienes escurialenses al patrimonio de la Corona; en 1837, presidente de la comisión para el arreglo de los ayuntamientos y diputaciones; en 1838, vicepresidente de la Junta Suprema de Sanidad, visitador de colegios de escolapios, miembro de la comisión para entender en las reclamaciones patrimoniales de la Corona; en 1839, presidente de la Comisión de Aranceles, consejero de las contratas de suministros al ejército, etc.
Fue académico de la Historia desde 1835, socio de mérito de la Sociedad Económica Gijonesa desde 1834 y Gran Cruz de Carlos III desde 1837. Los cargos siguieron honrándolo hasta el día de su muerte, el 2 de diciembre de 1842. Diez años después de su fallecimiento, la reina Isabel II le concede a título póstumo el título de Conde de Canga-Argüelles.
Además de las citadas, es autor, entre otras, de las obras siguientes: Ensayo sobre las libertades de la Iglesia católica de España en ambos mundos (Londres, 1827); Quelques mots en résponse à une petition des negotians de Londres, ainsi qu´à plusieurs articles «The Times» tendant à attaquer l´honneur et les droits du roi d´Espagne sur l´independence des Ameriques (Londres, 1829; también publicada en español en el mismo año); Observations sur la guerre d´Espagne (Londres, 1829); Memorándum sobre la derogación de la Ley Sálica en España (Londres, 1830); Observaciones sobre el tomo II de la «Historia de la guerra de España» que escribió en inglés el teniente coronel Napier (Londres, 1830); Memorándum sobre la intervención de los cónsules de Francia en las visitas domiciliarias de los súbditos de su nación residentes en España (Londres, 1831); Observaciones sobre la «Historia de la guerra de España», que escribieron los señores Clarke, Southey, Londonderry y Napier (Madrid, 1833-1836, 3 tomos); Suplemento al Diccionario de Hacienda, con aplicación a España (Madrid, 1840).
FUENTES: Consejería de Cultura del Principado de Asturias - Gran Enciclopedia Asturiana (tomo III) - EuroWeb Media, SL.
Concejo de Oviedo
Naturaleza, Arte Prerrománico, fiesta, gastronomía, Premios Princesa… y muchas cosas más en el concejo de Oviedo, ubicado en el corazón de Asturias y su capital es también la del Principado, y fue en el pasado capital del primer reino cristiano de la Península Ibérica y origen del Camino de Santiago.
Los concejos (municipios) que limitan con el Concejo de Oviedo son: Grado, Langreo, Las Regueras, Llanera, Mieres, Ribera de Arriba, Santo Adriano y Siero. Cada uno de estos concejos (municipios) comparte fronteras geográficas con Oviedo, lo que implica que comparten límites territoriales y pueden tener interacciones políticas, sociales y económicas entre ellos.
Comarca de Oviedo
Está en el corazón de Asturias y su capital, Oviedo, es la del Principado y fue en el pasado capital del primer reino cristiano de la Península Ibérica y origen del Camino de Santiago.
La comarca está conformada por uno o varios concejos (municipios). En este caso: Oviedo. Los concejos representan las divisiones administrativas dentro de la comarca y son responsables de la gestión de los asuntos locales en cada municipio.
Conocer Asturias
«Uno de los elementos más destacados de la gastronomía asturiana es la sidra, una bebida tradicional elaborada a partir de manzanas autóctonas. La sidra asturiana se distingue por su sabor refrescante y ligeramente ácido, y es una parte integral de la cultura y las tradiciones de la región. Beber sidra en los "chigres" (tabernas asturianas) es toda una experiencia social, donde se practica el arte del escanciado, que consiste en verter la sidra desde una altura para airearla y potenciar su sabor.»
Resumen
Clasificación: Reseñas históricas
Clase: Política y empresa
Tipo: Políticos
Comunidad autónoma: Principado de Asturias
Provincia: Asturias
Municipio: Oviedo
Parroquia: Oviedo
Entidad: Oviedo
Zona: Centro de Asturias
Situación: Montaña de Asturias
Comarca: Comarca de Oviedo
Dirección: Oviedo
Código postal: 33009
Web del municipio: Oviedo
E-mail: Oficina de turismo
E-mail: Ayuntamiento de Oviedo
Dirección
Dirección postal: 33009 › Oviedo • Oviedo › Asturias.
Dirección digital: Pulsa aquí